Convenio entre la RSEA Peñalara y el CVC Elkartea

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El 29 de octubre de 2015 ha tenido lugar la firma del convenio de colaboración entre la RSEA Peñalara y el Club Vasco de Camping Elkartea.

Se trata de un convenio de hermanamiento y reciprocidad de derechos entre los socios de del Club Vasco de Camping y los de la Sociedad Peñalara. Obedece a la idea de que los que pertenecen a estas dos importantes entidades y tienen identidad de aficiones se sientan unidos como si pertenecieran a las dos y puedan usar sus instalaciones y participar en sus actividades con los mismos derechos y obligaciones que los asociados a la otra, excepto el derecho de voto en las asambleas, según normas y excepciones recogidas en el texto del documento que podéis consultar en este enlace:

Convenio RSEA Peñalara . CVC Elkartea

 

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Hermanamiento de la RSEA Peñalara con el Club Vasco de Camping Elkartea.

Queridos socios, tenemos una gran suerte de que este club de montaña, “el vasco”, como le llaman coloquialmente, haya tenido a bien suscribir un convenio de acercamiento, hermanamiento y ofrecimiento de reciprocidad con Peñalara.
A veces vivimos cada uno en nuestra burbuja. Eso se arregla leyendo, teniendo curiosidad y actuando con espíritu abierto y amistoso. Es con esas premisas como la feliz idea de nuestro vicepresidente Carlos Muñoz Repiso se ha ido concretando hasta llegar a este momento  realmente gozoso, del que creo debemos aprender y ha de marcar una línea de futuro.
El montañismo vasco, bien lo sabemos, es amplio, profundo, puntero, lleno de sentimiento y con vínculos sociales muy intensos. Los 4000 socios del vasco, antes parece que le decían el camping, son una alta proporción en una ciudad como San Sebastián con casi 200.000 habitantes e incluso para una provincia como Guipúzcoa con unos 700.000.
Pero al margen de sus muchos socios lo admirable del Club Vasco de Camping en sus 65 años de vida es su dinamismo y su capacidad de acometer muchas y honrosas iniciativas, lo que le han hecho merecedor de numerosas distinciones por parte de la FEDME, de la Euskal Mendizale Federiazoa y de instituciones como el mismo ayuntamiento de San Sebastián.
Ahora muchos vinculan y conocen al Vasco por la Altitoy, su gran prueba de esquí de montaña, pero siendo importante y muy exitosa no debe hacernos olvidar la ingente cantidad de restantes actividades en muy diferentes ámbitos, espacios, modalidades y grupos. Desde el ochomilismo, que se inició con un temprano Annapurna en el 88, al alpinismo del bueno y al montañismo variado y enfocado a las muchas demandas de ese amplio colectivo, el vasco es un club o asociación de montaña que tiene todos nuestros respetos y una sincera admiración.
Hoy, aquí, echo mucho de menos a nuestro común consocio el doctor Mariano Arrazola, quien estaría verdaderamente feliz ya que fue del vasco y de Peñalara con todo su corazón, llevando siempre su buen hacer y su envidiable espíritu deportivo desde los montes del País Vasco  a su Pirineo o a su entrañable Guadarrama. Compartí con él dos intensas expediciones al Himalaya y me consta su alma compartida entre nuestras dos montañas y nuestros dos clubes, por lo que tengo la certeza de que hoy estaría rebosando felicidad al ver de nuestro amistoso e ilusionante acercamiento.
Al final somos los individuos los que vamos dando el carácter a las asociaciones a las que nos sumamos. Y algunos hombres tienen nombres que resuenan como eco referencial en la vida de un grupo. Cuando yo era muy joven en las páginas de una revista Peñalara, la 369 del año 1969, leía unos preciosos relatos de escaladas. Eran de unos vascos todavía jóvenes y muy audaces; Julio Villar, fue un ejemplo por muchas cosas, así mismo lo fue Rosén... Otros de ese grupo de alpinistas han sido menos conocidos pero ejemplares por su afición incombustible, su buen hacer y su papel de aglutinadores de voluntades y proyectos. Recuerdo el relato de la escalada de la SE. de la Jean Santé al Midí realizada por Villar y Suso Ayestarán. Pues bien desde ese 1969, como ocurre con nuestro Rivas, nuestro Soria y algunos más, Ayestarán sigue ascendiendo y escalando montañas y ese es el espíritu común en el que se fragua nuestra alianza: una afición mayúscula por vivir las montañas a fondo y con un espíritu curioso, sano, deportivo e inteligente.
Todo ello va quedando reflejado en Errimaia, su preciosa revista o en nuestra Peñalara, llamado a una hermandad en clave montañera o alpina que debe ser nuestra guía.
Tenemos gran ilusión y muchas esperanzas en esta alianza que puede ofrecer mucho más de lo que hoy alcanzamos a vislumbrar. El primer paso, con toda cordialidad y sencillez, está dado; un primer paso que nuestras muchas cumbres y experiencias montañeras y las dilatadas vidas de nuestras sociedades nos hacen confiar con ilusión enorme sobre lo mucho y bueno que podemos hacer en común en el futuro.
Acabo. Esta es desde siempre, pero más desde hoy, vuestra casa en Madrid. Aquí siempre tendréis, si lo demandáis, un consejo, una ayuda, una acción amistosa para visitar nuestras montañas o para lo que deseéis. Nuestras sierras os esperan. Nuestra amistad es de ley y esperamos nos deis oportunidad de demostrároslo.
¡Por una larga y fecunda vida en común del Club Vasco de Camping y la Sociedad Peñalara!
¡Por un montañismo vivo y de calidad en unas montañas cada vez más apreciadas y cuidadas!

 

Pedro Nicolás

Presidente de la RSEA Peñalara