CRÓNICA ANFIBIA A MANZANARES EL REAL.DOBLE BUCLE EMBALSE DE SANTILLANA Y LA PEDRIZA , SÁBADO 14 DE ENERO DE 2023
Desde los rugidos del viento y el rebramar de los toldos embridados, ¡cómo se agradece el regalo del sol que nos hizo Fojo al adelantar su propuesta al sábado 14!
Lo que un día después serían tambores avanzando la fiereza de borrascas, el sábado nos propició una jornada de frío y sereno sol que disfrutamos como niños.
A las 9.30 era la cita en Los Morales, antiguo bar Marga, aunque algunos madrugadores ya llevaban una hora trasegando cafés y trocando amaneceres por mañanas.
El grupo formado por Luis y Fojo, Sandra , José María Blas, Ángel Pablo , Mario, Mamen, Julio, Carlos Collado, Lili y Raúl y Nacho, Roberto y Laura se subieron a sus bicis para rodear, vadear y evitar lo que sería una ruta anfibia circundando el embalse Santillana. La angostura divertida de los surcos curvos acababa en chapuzón seguro, que, algunos de espíritu impoluto se resistían a cruzar saltando quitamiedos, ¡con lo sugerente que es una bici embarrada!
Los muñones de las ramas desnudas cosquilleaban el cielo raso para seguir despertando el día. Por el agujero del camisón azul iba el calorcito bajando lentamente…
Los lodos negros eran sustituidos por pistas anchas y llenas de luz donde el albero del camino y el verde resplandeciente ensanchaban los pulmones.
Los paisajes se iban pedaleando cambiantes. Del embalse a la pista; de aquí, a las torrenteras arriba, ya sabéis los “repechitos” de Fojo…
Llegamos a tierras arcillosas y nos encontramos a ciclistas expertos a contra vía. Alguno me musitó: “cuidadito con la cuesta abajo” y como yo venero la experiencia, supe ver, llegado el sitio, la cuesta aludida: toda una lengua roja casi vertical y repleta de pedrolos con un suelo arenoso e indeciso que bajé “Lau cost “: pie a tierra en lo difícil y con precaución en lo asumible, que San Supraespinoso bendito me incita a la prudencia. Lo que Fojo venía a llamar “una cuesta divertida”…
Al final del guirlache, foto con los avezados, que ya me esperaban en el siguiente párrafo y rodar hacia los chopos infinitos con esa alegría que da pedalear con las agujas frías en los mofletes y el calor del esfuerzo en la pechera.
Fue bastante con un bucle. Nuestra Sandra campeona tenía quehaceres, los adláteres Ricardo y Antonio debían de estar esperando, la tropa se disolvía en torno a unas cañas en busca de tapa carpanta y la alegría peñalara y la generosidad de mis compañeros me llenaba el alma.
Fue un día serrano y azul, embalsamado y dorado, de tierra y agua, y con un final inesperado, pues a todos sorprendió el diseño de una ruta que todos creíamos conocer y muchos por vez primera descubrimos.
Texto: Laura Serrano
Fotos: Nacho Aizpirúa Ángel Pablo Corral, Mario Martínez, Sandra.
